Varias prisiones en Estados Unidos están adoptando tecnologías como Skype, con las que los reclusos pueden ver a sus amigos y familiares cuando hablan por teléfono.

Pero hay temores de que en el futuro las cárceles decidan eliminar las visitas personales y reemplazarlas por las llamadas "visitas por video", lo cual dejaría a los reclusos sin el contacto humano que necesitan para rehabilitarse.