Nueve de cada diez personas espiadas por la Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos (NSA) eran usuarios comunes de Internet y no objetivos sospechosos, según reveló el diario The Washington Post.
 
Una investigación del matutino norteamericano en base a documentos filtrados por el ex analista de inteligencia NSA Edward Snowden concluyó que sólo el 11 por ciento de las personas que fueron espiadas, tanto estadounidenses como extranjeros, eran objetivos de la agencia.

Durante cuatro meses el diario analizó documentos con referencias a cerca de 160.000 correos electrónicos y mensajes instantáneos, y 7.900 documentos de más de 11.000 cuentas online, recopilados entre 2009 y 2012, según informó en su edición de ayer.

En ese material aparece información secreta sobre un programa nuclear extranjero y otros datos de "considerable valor" para los servicios de inteligencia.

Se trata de la identidad de ciberdelincuentes, el "doble juego" de un aliado y el seguimiento que durante meses se hizo sobre las comunicaciones de cuentas que llevaron a la captura del indonesio Umar Patek, miembro de Yemaa Islamiya, el brazo de Al Qaeda en el sudeste Asiático, sospechado de un atentado en Bali.

Sin embargo, entre ese material también habían muchos mensajes a los que los analistas de la NSA consideraban "inútiles" pero que igual se almacenaron, como historias de amor, encuentros sexuales ilegales, relatos de angustia económica, opiniones políticas y religiosas, enfermedades mentales y otros aspectos de la vida cotidiana.

Los documentos también incluían cerca de 5.000 fotos, entre ellas imágenes de mujeres posando en ropa interior.

Según The Washington Post, la ley permite a la NSA tildar como "objetivo" sólo a ciudadanos extranjeros que residan fuera de Estados Unidos, siempre que medie una autorización judicial de una corte especial que demuestre una causa probable que lo justifique.