Un centro de investigación en Alemania está poniendo a prueba un auto que toma el control del volante cuando hay riesgo de una choque. Una tecnología que, se cree, podría suponer un paso intermedio hacia los vehículos autónomos del futuro .

El fabricante de automóviles Ford explicó que la tecnología, conocida como Obstacle Avoidance System (Sistema para Evitar Obstáculos) primero le advierte al conductor del peligro y luego toma el mando si éste no reacciona.

La firma dice que este tipo de equipamiento se ha incorporado a uno de sus vehículos como parte de un proyecto en el que participan también otros fabricantes de automóviles como BMW, Fiat, Daimler, Volvo y Volkswagen.

El dispositivo escanea la trayectoria unos 200 metros frente al vehículo usando tres radares, sensores ultrasónicos y una cámara, todo instalado en el vehículo.

Una pantalla adicional muestra una señal de advertencia y activa el sonido de un timbre. Entonces, si es necesario, activa los frenos, busca un hueco en la ruta y gira el volante para evitar una colisión.

"Estás conduciendo por la calle y un peatón o algo aparece por un lado de tu vehículo desde una perspectiva periférica en la que no puedes ver bien", pone como ejemplo Bard Samardzich, vicepresidente de desarrollo de productos en la división europea de Ford.

"El sistema para evitar obstáculos puede percibir que ese peatón u objeto se acerca al frente del auto. Si no siente que respondes de acuerdo con las circunstancias, ya sea frenando o maniobrando, toma el control".

Esta nueva tecnología se basa en sistemas de seguridad ya disponibles en vehículos de Ford. El pasado año, la empresa introdujo el Lane Keeping Alert (Alerta para Mantenerse en Ruta), un sistema que hace vibrar el volante (sin tomar el control del vehículo) si detecta que el conductor se sale del carril sin utilizar la luz de giro.

También desarrollaron el sistema Active City Stop (Parada Activa en Ciudad), que intenta reducir la gravedad de una colisión accionando los frenos si detecta un objeto frente al auto. Pero funciona sólo si el objeto es estático o si se mueve a una velocidad inferior en unos 30 km/h a la que circula el vehículo, pero la nueva tecnología ha sido probada a velocidades superiores a los 60 km/h.