Según la Fiscalía porteña, cada mes se producen en promedio 9,3 casos de exhibiciones obscenas en medios de transporte y lugares públicos de la Ciudad. El lunes, un hombre fue bajado a golpes del vagón y luego detenido por eyacular sobre una pasajera. Especialistas y organizaciones de defensa de la mujer advierte que ese hecho "no fue un simple acoso, sino abuso sexual simple", que se pena con reclusiones de entre seis meses y cuatro años de prisión. 

“Cuando una mujer sufre acoso en el trasporte público lo primero que debe hacer es defenderse. Tratar de zafarse, golpear al abusador si es posible. Escracharlo, gritar y poner en aviso al resto de los pasajeros sobre la situación que está viviendo” aseguraron desde el Comando Antipajeros, un colectivo que lucha contra el hostigamiento sexual.

Acción Respeto es otra organización que lucha contra el hostigamiento sexual en la vía pública. Realizan intervenciones en la calle para concientizar a la sociedad sobre este problema y sostienen que el acoso está invisibilizado. “No se lo reconoce como el acto violento y dañino que es” aseguró Juliana Santarosa Cobos. Aunque aclaró: “lo sucedido en el Subte A no fue acoso, es delito. Se trata de abuso sexual simple y está tipificado en el Código Penal”.

Muchas veces son las mismas fuerzas de seguridad las primeras en desestimar el reclamo, pero es necesario realizar la denuncia para poder hacer un seguimiento del caso”, explicó Santarosa Cobos de Acción Respeto. "Este hecho pone en evidencia que ser mujer es un factor de riesgo. Por eso hablamos de violencia de género. En la calle o en la vida privada sufrimos distintas agresiones que varían desde el acoso callejero, el abuso sexual, hasta las violaciones y el femicidio”.