En Buenos Aires ya funcionan más de 40 locales que ofrecen una propuesta artesanal y premium de las denominadas "hamburguesas gourmet". Por ello, en un intento de adaptación al declive en la actividad gastronómica, las cadenas de fast food buscan subirse a la nueva ola.

Por Continental, Alfredo Sainz, periodista económico de La Nación, consignó que "Hay una revalorización internacional de ciertas comidas consideradas chatarra en esta modalidad gourmet. A eso se le engancha un tema económico, ya que una familia puede comer por $500 en un restaurant así, algo imposible en un restaurant común", explicó, aunque alertó sobre los "riesgos de una saturación del mercado".