La protesta complicó tanto a los turistas que partían hacia distintos puntos del país como a aquellos que querían disfrutar de algunos días en la Capital Federal.

En las primeras horas de la tarde, casi 50 micros quedaron varados en el ingreso de la terminal, generando graves problemas al castigado tránsito de la zona. Los manifestantes abrían el paso esporádicamente, mientras sus representantes continuaban con las negociaciones.

Las protestas eran realizadas por la UCRA -grupo sindical que se opone a la UTA- en contra de despidos en dos empresas, y también por personas con discapacidad que reclamaban la entrega de pasajes gratuitos, tal como ordena la ley vigente.

Pasadas las 15, las partes llegaron a un acuerdo y las protestas fueron levantadas.

En la terminal recomendaron a los pasajeros consultar telefónicamente ante la posibilidad de que se hayan readecuado los horarios de salida.