El matrimonio gay argentino que recurrió al alquiler de vientre en la India para tener un hijo, finalmente podrá volver al país con el bebé recién nacido.

Ayer, la Cancillería y el gobierno porteño acordaron la inscripción de Tobías en el Consulado argentino en Nueva Delhi, como ciudadano argentino, hijo de dos papás, Carlos Dermgerd, de 41 años, y Alejandro Glinblat, de 35. De esta forma, una vez que el niño tenga el DNI y el pasaporte argentino expedido por la representación diplomática en la India, la pareja y su hijo podrán emprender el regreso al país.

“Estamos muy contentos por las novedades”, comentó ayer a La Vuelta, desde el apart hotel en el que están viviendo los tres, a la espera de poder tramitar la documentación necesaria para poder sacar a Tobías de la India y viajar a la Argentina. Se trata de un caso testigo: es la primera pareja gay argentina que apela la maternidad subrogada para tener un hijo.

A pesar de haber recurrido a la Justicia hace casi un año para poder tener allanado el camino de la obtención de la documentación del niño una vez que naciera, en la que se garantizara la copartenidad, el matrimonio se encontró en los últimos días con la sorpresa de que el Consulado argentino en Nueva Delhi les ponía trabas para inscribir al bebé como hijo de ambos.

Hasta llegaron a alegar que no tenían formularios aggiornados, para anotar a dos papás, en lugar de una mamá y un papá, según apuntó Gil Domínguez. Pero luego de la repercusión que tuvo el caso –publicado por este diario– y gestiones de la Federación LGTB, ayer hubo una reunión clave que destrabó el asunto.

Según informó Gil Domínguez, el subsecretario de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, Javier Buján, y José Alberto Vitar, subsecretario de Asuntos Institucionales de la Cancillería, acordaron que no habrá obstáculos para inscribir a Tobías como hijo de los dos papás, según ya lo estableció un fallo judicial. Fue un acuerdo entre los dos podees ejecutivos, el Nacional, del cual depende el Consulado, y el de la Ciudad de Buenos Aires, del que depende el Registro Civil.

“El acuerdo resguarda el interés superior del niño, el derecho a la no discriminación y a la protección integral de la familia”, subrayó Glinblat, en diálogo con La Vuelta