Ricardo Boni, padre de Bruno, una de las cinco víctimas fatales de la fiesta electrónica Time Warp, en Costa Salguero, consideró por Continental que esas muertes, producidas "todas a la misma hora y con diez personas mostrando los mismos síntomas", fueron "algo raro". 

"Sé quién era mi hijo y cómo se comportaba. Bruno les hizo unas pizzas a sus amigos, tomaron dos cervezas y se fueron sin plata encima. Él no quiso llevar el dinero que estaba ahorrando para comprar un celular que se lo entregaban el sábado pasado", aseguró en María O'Donnell Continental. 

"Una amiga estuvo con él en la fiesta a las 4 de la mañana y él estaba perfectamente. Mi hijo iba dos veces por año a estas fiestas y siempre volvía perfecto. Para mí algo raro pasó, porque todas las víctimas tuvieron los mismos síntomas a la misma hora. La pastilla de éxtasis no provoca esto y menos a 10 personas al mismo tiempo. Acá hubo otra cosa, probaron algo o fue un sabotaje", aventuró Boni.