El Gobierno porteño presentó ayer en la Legislatura de la Ciudad el proyecto de Presupuesto 2015, elaborado en base al supuesto de una inflación del 28 por ciento y un tipo de cambio de 12,50 pesos por dólar, de acuerdo con lo informado por el Ministerio de Hacienda.

Del análisis del texto surgen los incrementos que sufrirán dos impuestos clave para el bolsillo de los trabajadores. La boleta del ABL (Barrido, Alumbrado y Limpieza) llegará con alzas de hasta el 30 por ciento, mientras que las patentes treparán, en algunos casos, hasta el 50 por ciento.

La novedad presentada en el cálculo de gastos y recursos fiscales que elaboró el Ejecutivo capitalino son esos topes en el aumento, algo hasta ahora nunca aplicado. Y es que, según el Gobierno porteño, se decidió instrumentar ese esquema para que los contribuyentes sufran un menor impacto en el valor de los tributos.

Ocurre que, en el caso de las patentes, la Ciudad cobra el 3,2% del valor del vehículo en el mercado, monto que luego se divide por las cuotas mensuales. Entonces, a medida que el auto sube de precio, como pasó especialmente este año, más pagan de Patentes sus dueños.

"Incluimos la cláusula porque el valor de los automotores ha aumentado en promedio el 80%. Es por eso que se ha fijado como tope, para los autos de lujo, un incremento del 50 por ciento", detalló el ministro Grindetti.

Si se tiene en cuenta el crecimiento de la inflación y el impuesto que Nación le puso a los vehículos de alta gama, en esos rodados, el monto anual por patente escalaría hasta un 120%, según explicaron en el Ministerio de Hacienda porteño al diario Clarín. De ahí que los funcionarios de Economía optaron para aplicar subas máximas.