El juez de faltas de Rosario que se negó a realizarse un test de alcoholemia durante un operativo de control de tránsito y abandonó su vehículo fue separado de su cargo preventivamente y se le inició un sumario administrativo, informaron hoy fuentes municipales.

“Es una falta muy grave, es más grave que un control positivo de alcoholemia”, dijo hoy el secretario de Control y Convivencia Urbana local, Pablo Seghezzo, al anunciar la decisión.

El funcionario del municipio rosarino explicó que el juez de Faltas Adrián Celiz “fue separado de su cargo durante el período del sumario” que se le inició y remarcó que “tenía un nombramiento transitorio”.

Según denunciaron ayer los concejales del Frente para la Victoria (FpV) Roberto Sukerman y Norma López, el sábado 24 de enero a las tres de la madrugada Celiz fue detenido por un control de alcoholemia que se realizaba en avenida del Huerto al 1000, en el centro de Rosario.

El funcionario se negó a realizar la prueba, se bajó del auto y tras gritarles a los inspectores que él era “juez de faltas” cerró el vehículo, arrojó las llaves y se retiró, dijo Sukerman.

“Resulta bochornoso que un funcionario público que es quien debe juzgar las conductas de rosarinos y rosarinas, se desenvuelva en forma no ética y en infracción de las mismas faltas que debe juzgar”, denunciaron ayer Sukerman y López.

En tanto, el secretario de Control Seghezzo anunció hoy que el municipio le inició un sumario al juez de Faltas por lo que fue “separado de su cargo” en forma preventiva.

También explicó que el vehículo particular del juez fue remitido al corralón municipal y su carnet de conductor retenido por 90 días.
“En este caso, un juez de faltas se niega a hacer el control y no tuvo privilegio alguno”, dijo el funcionario y agregó que “se le labró el acta y se le remitió el auto a corralón”.