Se estrenó este jueves el último film del cineasta argentino Héctor Olivera. Esta vez, se remonta al momento en que el famoso pintor mexicano David Alfaro Siqueiros visita el país para pintar una obra en los márgenes del Riachuelo.

Esta película se gestó “hace 60 años, yo tenía 19. Comencé a trabajar como asistente en los estudios Baires. Durante cinco años escuché historias los Botana. Años más tarde seguía dándome vueltas hacer una película sobre la familia pero era muy costoso retrotraerse a esa época”, relató Olivera en Bravo.Continental.

“Cuando leí unas memorias de Pablo Neruda me enteré que el poeta había tenido un romance con la mujer de Sequeiros advertí un material fantástico para realizar una película”, confesó.

“En el año 1933 Siqueiros llega al país a pintar un mural en el Riachuelo y termina limitado por las cuestiones políticas. Era un comunista stalinista de ideas revolucionarias muy claras, algo que no parecía ideal para una Argentina nacionalista”, consideró el director del film, quien admitió que cada película “siempre es un nuevo parto, un nuevo hijo que sale a la luz, algo que trae mucho nervio.

“Filmé unas películas para un productor norteamericano en el salón de la casa de la familia Botana donde se emplazaba el mural. Eran el techo, el piso y las paredes, todo el sótano es el muro”, explicó Olivera.

La película. “Elegí la mejor gente para estas tareas”, remarcó en referencia a la fotografía del film. Además, resaltó que está “encantado con el resultado. Luis Machín está excepcional; Ana Celentano es una salvadora muy dramática y Carla Peterson es muy adecuada”, sostuvo Héctor Olivera. También destacó el trabajo del mexicano Bruno Bichir, que interpretó a Siqueiros.