Dos mujeres externadas del Hospital Moyano se casaron hoy en una emotiva ceremonia en el Registro Civil central de la Ciudad de Buenos Aires, en la que estuvieron acompañadas por sus curadores y el equipo de la Defensoría General de la Nación, durante un acto en el que la jueza de paz dijo a las contrayentes: "El amor sana, el amor cura".

"El mejor amor entre dos personas es el que hace que ambas se ayuden a ser más libres", dijo la jueza Liliana Sofía Gurevich al dirigirse a Viviana y Andrea, de 58 y 32 años, antes de la ceremonia de los anillos y de la lluvia del arroz sobre estas dos mujeres que se animaron a llevar a los papeles una historia de amor, que ilumina el nuevo paradigma de salud mental que pone a las personas con padecimientos mentales en el lugar de sujetos con derechos.

El matrimonio entre Viviana, que fue externada del Moyano tras 17 años de tratamiento y Andrea, cuyo paso por ese mismo neuropsiquiátrico se extendió por siete años, fue posible gracias a las leyes inclusivas de Matrimonio Igualitario, sancionada en 2010, y de Salud Mental, en 2012.

Sin embargo, la sala donde se casaron mostró que debieron pasar muchas otras cosas para que la pareja lograra dar el sí, ya que el acto civil no hubiera sido posible sin los dispositivos de la Defensoría General puso para acompañar este proceso.

"Hemos conseguido mucho en todos estos años desde que Viviana y Andrea decidieron ser pareja y casarse", coincidieron Eduardo Corneo, curador de Andrea, y María Adelina Navarro Lehittede, de Viviana, quienes tienen declaraciones judiciales de incapacidad e inhabilitación, respectivamente.

Corneo explicó que desde que las mujeres plantearon que querían casarse "se las evaluó reiteradamente, debido a que distintos operadores jurídicos tenían objeciones. No obstante, pericia tras pericia quedó confirmado que ambas comprendían perfectamente el acto y sus consecuencias, y que el vínculo entre ellas era sólido".

El trabajo de ambos abogados, que son titulares de las curadurías 18 y 9, también consiguió que el Ministerio de Desarrollo Social del gobierno porteño les otorgara un subsidio para que las mujeres pueden alojarse en un hotel de la Ciudad de Buenos Aires, ya que no cuentan con recursos para acceder a una vivienda.

Además, debieron presentar una acción de amparo contra el Gobierno de la Ciudad para asegurar que el pago del hotel sea sin límite temporal; y en mayo, se obtuvo una medida cautelar que ordenó también al Ejecutivo local a reincorporar a las mujeres al programa de Emergencia Habitacional hasta tanto recaiga una sentencia definitiva.

Ni bien la jueza se refirió a los "seres queridos que habían sido convocados a este día tan especial", Andrea contó que su familia no estaba presente, pero enseguida al escuchar que la jueza le preguntaba quiénes eran las personas que la estaban acompañando, se desdijo: "Son mis seres queridos, tenés razón".

"La peleamos desde adentro y desde afuera. Desde afuera es más difícil pero es mejor, porque tenemos libertad", reflexionó Andrea ante la jueza que las casaba, mientras que Viviana contó que son una pareja que aprendió a a vivir "compartiendo cosas, como limpiar, ordenar y salir a hacer las compras".

Además del equipo de abogados y trabajadores sociales, que acompañaron la ceremonia con mucha alegría, estaba un hermano de Viviana, quien emocionado asistió a la cita, definida por la jueza como "una fecha que quedará subrayada para toda la vida en el recuerdo de estas dos mujeres".

Las recién casadas quieren que se conozca su caso "por tantas compañeras alojadas en el Hospital Moyano que -con sentencia de insania o sin ella- piensan que de allí no hay retorno".

La Ley Nacional de Salud Mental significó una transformación de paradigma, al poner el foco principal en el sujeto y sus derechos.
La nueva norma consagra y reafirma explícitamente la condición de sujetos de derecho de las personas con padecimientos mentales, su autonomía y su capacidad para tomar decisiones respecto de lo que les sucede.