Tras poco más de dos horas de preparativos y de ascenso, el deportista de alto riesgo austríaco Felix Baumgartner se convirtió en el primer ser humano en romper la velocidad del sonido al haberse lanzado desde la estratosfera, a una altura de 39.068 metros en caída libre.

Baumgartner saltó hoy desde una cápsula impulsada por un globo sobre el suelo de Nuevo México, sudeste de Estados Unidos, con el objetivo de romper por primera vez la barrera del sonido en caída libre, y lo consiguió en medio de un clima de gran expectativa y la transmisión de 150 canales de televisión diseminados por el mundo.

Además, superó también el récord de salto de paracaídas con más altura en caída libre. En 1960, el estadounidense Joe Kittinger saltó desde una distancia de más de 31 kilómetros sobre la superficie terrestre, recordó por Continental el doctor Vicente Ciancio, director de Postgrado en Medicina Aeroespacial de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de La Plata.

El austríaco, de 43 años, tenía previsto encabezar la prueba el martes pasado, pero los fuertes vientos registrados ese día se lo impidieron.

Baumgartner contó con numerosos asesores médicos y un traje presurizado dotado de oxígeno para sobrevivir a un salto desde esa altitud. Según aseguró a la prensa norteamericana, se trató de su desafío más difícil, no sólo por la complejidad que implica, sino por un miedo al que tuvo que sobreponerse durante su carrera como deportista: la claustrofobia.