El Molino volverá a cobrar vida luego de muchos años tras aprobarse en el Congreso la expropiación.
 
“Los porteños pasaron con resignación los últimos 17 años”, remarcó el ex senador Samuel Cabanchick. “El Estado Nacional debía hacerse cargo. Fue unanimidad del Senado y también de Diputados”, señaló en Bravo.Continental.
 
“La ley establece la expropiación del Ejecutivo y sucesión al patrimonio del Congreso Nacional, al tiempo de una comisión que audite la actividad de restauración. También incluye la concesión a un privado que esté a la altura de las circunstancias en la puesta en valor de un edificio histórico”, agregó.
 
“El centenario de la confitería se cumplirá en julio de 2016”, dijo Cabanchik, al tiempo que estimó para ese año la fecha de reapertura.
 
“Se conserva mucho todo lo que es la parte ornamental del edificio mismo, también vitrales”, resaltó. “Lo que hay es un deterioro desparejo”, señaló.