A casi un año de la catástrofe ferroviaria de Once, reabrieron el andén donde se produjo el accidente. Se trata de la Terminal 2, que estaba cerrada desde el 22 de febrero de 2012, cuando la formación 3772 chocó contra el paragolpes y provocó la muerte de cincuenta y dos personas y heridas a más de setecientas.

Por Continental, Mónica Bottega, madre de Tatiana Pontirolli, una de las víctimas fatales de la tragedia, pidió “que no se olvide a quienes perdieron la vida en el accidente ferroviario más importante de la Argentina”.

En Magdalena Tempranísimo, denunció que los familiares de las víctimas “no recibieron ninguna ayuda del Estado. Seguimos preguntándonos cómo pueden circular formaciones que el propio Estado reconoce que tiene más de cincuenta años”, añadió.