Tras el duro revés del seleccionado local en el Mundial 2014, una empresa lanzó al mercado preservativos color verde y amarillo, como la casaca del equipo nacional, y con sabor a caipirinha, la autóctona bebida alcohólica.

Un modo de ahogar penas, de eludir la oscura caída delseleccionado con algo de placer: sexo cromático y con saboratrayente.

Lo anunció la empresa dueña de la marca Prudence, que además de esos nuevos productos anunció el concurso Probador
de Camisinhas, como llaman los brasileños a los preservativo, que ya suma 20 mil inscritos, 82% hombres y 18% mujeres.

"Integramos el fútbol y el espacio tecnológico para permitira los jóvenes alimentar fantasías. Se inscriben en el concurso y cuentan, de modo anónimo, sus experiencias con nuestros productos", dijo Denise Santos, responsable de Marketing del la empresa.

"Los mejores 100 relatos serán premiados", agregó.