“Se van a cumplir 6 meses de la toma del predio del Villa Lugano”, relató el párroco de la Villa 20, Franco Punturo, quien contó que “desde un principio quedó abandonada…se dejó pasar el tiempo y la gente que está allí adentro quedó librada a la ley del más fuerte”.
 
“Hay bandas narcos, no narcos y simplemente delictivas”, enfatizó el religioso.
 
“El negocio es vender la tierra: a la noche sacan a la gente a los golpes”, subrayó.
 
Punturo dijo que los vecinos del asentamiento viven una situación “muy complicada” y aclaró que “el grupo que ejerce violencia es muy minúsculo”.
 
“La zona cambió porque es muy grande y está liberada”, remarcó.