Paran este jueves ymañana viernes los docentes bonaerenses. La medida fue convocada por el Frente Gremial (FEB, Suteba, UDA, Amet y Sadop) para exigir la reapertura de las discusiones salariales, por el pago de salarios adeudados a profesores y maestros que cambiaron de categoría y para establecer el nuevo esquema en el pago de las asignaciones familiares en la jurisdicción.

Con esta medida, muchos alumnos de la Provincia habrán perdido 22 días de clase por protestas gremiales, lo que equivale a la cantidad de días hábiles de todo un mes. Se estima que hoy y mañana las aulas en todos los niveles de la educación estarán casi vacías, aunque como siempre el impacto en los colegios privados será dispar.

A poco más de dos semanas de la finalización del ciclo lectivo, el sistema educativo afronta el año más complicado desde que asumió Daniel Scioli en la gobernación, en diciembre de 2007.

Si se computan los paros del Frente Gremial, Udocba –el sindicato de maestros alineado con la CGT de Hugo Moyano–, las adhesiones a medidas de fuerza a nivel nacional y los planes de lucha que impulsaron los trabajadores estatales de ATE –donde están afiliados no docentes– este año son 22 días de clase afectados por paros.

Los conflictos empezaron temprano. Sin acuerdo paritario cerrado para la fecha de inauguración de las clases, Udocba convocó a sus afiliados a un paro el lunes 5 de marzo y el Frente Gremial concretó otro de 48 horas esa misma semana. Pocas horas después, la Provincia concedió un incremento promedio del 21% y el dictado académico en las 18 mil escuelas públicas y privadas de Buenos Aires se normalizó. El sistema bonaerense tiene 4,5 millones de alumnos en todos los niveles, 320 mil docentes y 60 mil auxiliares.

Tras el receso, se retomaron las protestas por otros motivos. FEB y Suteba pidieron reabrir la paritaria y Udocba exigió un mínimo para el maestro de grado de 3.900 pesos. Todos los paros no tienen el mismo impacto, pero las autoridades reconocen que “en algunos distritos hay escuelas que fueron afectadas por todas las protestas”.

Según Mirta Petrocini, presidente de FEB, “la lucha es la única herramienta que nos queda cuando no hay respuestas oficiales a los pedidos concretos. Tenemos voluntad de diálogo, pero necesitamos que solucionen los problemas”.

En la Dirección de Escuelas dijeron que “no está previsto la prolongación del ciclo lectivo”. El calendario fija el cierre de la actividad el 18 de diciembre. O sea, no habría lugar para estirar las clases más allá de esa fecha, graficó Petrocini en Magdalena Tempranísimo.

En la primera etapa del gobierno de Scioli hubo entre 6 y 10 paros de docentes o auxiliares en todo el año. Esta vez, aunque se había previsto un esquema de 186 días de clase, muchos apenas podrán terminar 2012 con 164 jornadas, muy por debajo de los 190 recomendados por el Consejo Federal de Educación y de los 180 que fija la ley nacional.