Otra vez La Rioja debió recurrir al recurso de las vacaciones forzadas para evitar el colapso de su economía. El ministro de Gobierno, Claudio Saúl, anunció que la mayoría de los empleados públicos tendrán un receso obligatorio entre el 15 de diciembre de este año y el 31 de enero de 2015.

El gobierno provincial funcionará con guardias mínimas. Cada repartición deberá escoger qué empleados permanecerán en sus puestos durante esos 60 días para garantizar el servicio. El personal elegido no podrá superar el 20% de la planta total de personal y trabajará en turnos que irán desde las 8:30 de la mañana hasta el mediodía.

El argumento oficial es que la medida permitirá aplicar un ahorro de energía para intentar evitar que colapsen las redes eléctricas durante el período de mayor exigencia del año. Pero, con una economía agobiada, también servirá para que el gobierno de Luis Beder Herrera pueda reducir los gastos.