Los trabajadores de la Línea B resolvieron en asamblea restringir el servicio y conducir las formaciones sólo hasta la estación Los Incas, como era antes del acuerdo alcanzado esta semana con la empresa Metrovías. La medida responde "al incumplimiento de la empresa y a los problemas estructurales en las estaciones inauguradas".

En una mañana cargada de tensión en todo el recorrido de la Línea B del subterráneo porteño, el metrodelegado Claudio Dellecarbonara explicó que la situación "es insostenible porque los pasajeros se enojan con razón por las pésimas condiciones del servicio". Anticipó que, de no mediar reparación inmediata, resolverían retrotraer la medida y volver a conducir únicamente hasta la estación Los Incas desde el mediodía de este viernes.

"La empresa incumplió el acuerdo y no hubo mejora alguna. Ya sufrimos la agresión en la estación Rosas y no podemos poner en riesgo a los trabajadores ni los usuarios", explicó el también candidato a Senador por el Frente de Izquierda y los Trabajadores.

La inauguración de las estaciones de la Línea B en Villa Urquiza (Rosas y Echeverría) produjo un afluente –según estimaciones de Subterráneos de Buenos Aires- de 50 mil nuevos pasajeros al sistema de transporte. Ese caudal de gente, sumado a las fallas que denuncian los trabajadores en el sistema automático de señalización –que provoca demoras de hasta 20 minutos en el servicio-, ocasionaron varias escenas de tensión entre pasajeros enojados por el mal servicio y los trabajadores.

Tras la denuncia de Metrovías de presunto sabotaje, el secretario adjunto de los metrodelegados del subte B, Néstor Segovia, responsabilizó al gobierno de la Ciudad por haber inaugurado dos estaciones “que no están en condiciones de funcionar”.