Un impresionante operativo custodia la feria de La Ribera, en las inmediaciones del complejo La Salada y a metros del Riachuelo, para evitar que los puesteros se reinstalen en la zona que ayer fue desalojada en medio de tironeos y momentos de tensión.

Por ese motivo, desde temprano, se acercaron al lugar personal de la policía bonaerense, de Infantería y de Gendarmería.

Allí, se había montado un millonario negocio ilegal controlado por barrabravas al amparo de agentes policiales, que amenazaban y cobraban "peaje" a los vecinos para entrar y salir de sus casas.

Los puestos, que se ubicaban afuera de los tres galpones que ocupan los comerciantes más antiguos de la feria, fueron arrasados ayer por orden del juez de Garantías de Lomas de Zamora, Gabriel Vitali, después de que un grupo de vecinos se acercara a la fiscalía a denunciar las amenazas que recibían parte de varios puesteros.