“Los camalotes llegan arrastrados por un proceso natural, las inundaciones lo son. Hay que entrar en contacto con este proceso”, destacó Andrea Mitchelson, coordinadora de Áreas Protegidas de Vida Silvestre

“La mayoría de las especies que llegan son inofensivas: anguilas, peces, chajás… Lo importante es evitar estar en contacto con estos camalotes para prevenir, llegado el caso, si alguna especie fuera peligrosa. Hay que evitar pisar o remover el camalotal”, subrayó la especialista, a raíz del arrastre de fauna poco frecuente a las costas porteñas.

“Les pedimos a la gente que no maten a las especies o retirarlas”, advirtió.