Un hombre fue autorizado por la justicia a suprimir de su documento de identidad el apellido paterno porque su progenitor lo abandonó cuando era un niño, confirmaron fuentes vinculadas a la causa.

La medida fue adoptada por la jueza nacional en lo civil María Bacigalupo que permitió al hombre, de 34 años, suprimir el apellido de su padre, debido a que dejó de tener contacto con él en 1991, cuando tenía 12.

En su resolución, la jueza recordó que "la inmutabilidad del nombre es la regla" que solo puede dejarse de lado "en situaciones verdaderamente excepcionales".

El demandante tenía un "profundo rechazo hacia su progenitor" lo que hacía que evitara "en la medida lo posible, la utilización de su apellido paterno", según consta en la causa.

La magistrada consideró "justos" los motivos invocados por el joven para reclamar la supresión de su primer apellido.

"El nombre reviste, además de un carácter biológico, uno dinámico, que hace al equilibrio psicosocial de la persona", sostuvo la jueza en la sentencia.