En un hecho inédito en la Iglesia católica argentina, la diócesis de San Isidro pidió ayer disculpas públicas a las víctimas de los abusos cometidos por el sacerdote José Mercau y dijo que los indemnizará.

Mercau se encuentra en prisión por los abusos cometidos contra cuatro jóvenes cuando era párroco de la iglesia San Juan Bautista y estaba a cargo de un hogar que albergaba a niños en situación de vulnerabilidad social en el partido de Tigre, que pertenece a la diócesis de San Isidro.

"Nosotros decidimos hacer público este pedido de perdón porque creemos que tendrá un efecto sanador, no sólo para las víctimas, sino para la sociedad", sotuvo por Radio Continental cura Máximo Jurcinovic