La secuenciación completa del genoma de los gorilas de montaña ha revelado que el aumento de la endogamia de esta especie por la disminución de su población ha hecho desaparecer variaciones genéticas perjudiciales para su supervivencia, y que se han adaptado a vivir en grupos pequeños desde hace centenares de años. La investigación, que publica la revista 'Science', la ha llevado a cabo un equipo internacional.
 
El primer proyecto para secuenciar todo el genoma de los gorilas de montaña ha dado a científicos y conservacionistas una nueva visión más optimista sobre el impacto de la disminución de estos simios en peligro de extinción que viven en África central. El investigador del IBE y del CNAG y profesor de Ciencias Experimentales de la UPF Tomás Marqués-Bonet ha explicado que la investigación ha revelado "una cosa mala y otra buena". "La mala es que los gorilas de montaña tienen un alto nivel de consanguineidad porque son muy endogámicos y eso no es bueno 'per se', pero la buena es que son endogámicos desde hace centenares de años y se han adaptado genéticamente a ello y han sobrevivido los más fuertes y eliminado los más débiles, lo que es bueno para la preservación de la especie", precisó.
 
Los investigadores, interesados en saber cómo afectaba la endogamia a los gorilas de montaña, se han sorprendido al encontrar que muchas variaciones genéticas perjudiciales han desaparecido de la población precisamente a través de la endogamia. Aunque los científicos están preocupados por el alto nivel de consanguineidad, que puede hacer que los gorilas de montaña sean más vulnerables a los cambios ambientales y enfermedades endémicas, incluyendo infecciones de virus humanos, la endogamia ha sido, de alguna manera, genéticamente beneficiosa para esta especie. "Observamos la deriva genética y que los genomas crean mecanismos para erradicar mutaciones deletéreas debido al pequeño tamaño de su población", ha afirmado Javier Prado Martínez, co-primer autor del estudio e investigador del Instituto de Biología Evolutiva.