Juan Maggi tiene 52 años. Y el día que empezó a caminar se enfermó de poliomelitis y perdió la movilidad de sus piernas. Medio siglo se manejó con bastones canadienses y silla de ruedas. Hace menos de dos años fue uno de los primeros en el mundo en colocarse un sistema biónico (C-brace) en sus piernas. Ahora acaba de regresar del Himalaya, donde alcanzó los 5600 metros con una bicicleta que moviliza con sus brazos, y visitó los estudios de Continental para relatarnos su inusitada aventura.

Hace un año unos documentalistas le propusieron subir a Corona del Inca, en La Rioja. La idea lo entusiasmó y empezó a buscar una bici de brazos para hacer descensos. La probaron en las pistas Denver en verano, pero no era la ideal. Consiguió otra y el ensayo fue en los volcanes de Costa Rica, en las Altas Cumbres cordobesas.

"Hice un estudio minucioso de mi cuerpo para que no fuera un obstáculo. Preparé la ropa, pensé lo que comería. Me dediqué sólo a eso. Elegí el Himalaya porque era el lugar más alto y porque el concepto de esta aventura es ‹‹lo difícil se hace, lo imposible se intenta››. No sabía si iba a llegar, pero sí que había hecho todo lo posible; si no alcanzaba la meta era porque no era para mí, no en este momento", resumió en La Mañana sobre sus doce días de travesía hacia el techo del mundo.