La Basílica Menor San Francisco, ubicada en el casco céntrico de la ciudad de Salta y que posee la torre más alta de Sudamérica, será restaurada y puesta en valor mediante trabajos de especialistas que demandarán una inversión cercana a los 4 millones de pesos.

Se trata de la iglesia y el convento de San Francisco, que fue declarada Monumento Histórico Nacional el 14 de julio de 1941, cuya belleza arquitectónica e importancia histórica la convierten en uno de los principales atractivos para el turismo.

El templo está ubicado en la esquina de las actuales calles Caseros y Córdoba, en un espacio cedido a la Orden Franciscana en el mismo acto de la fundación de Salta, en abril de 1582.

El edificio se terminó de levantar en 1625 pero su precariedad obligó a edificar un segundo templo en 1674, que fue destruido por un incendio a mediados del siglo XVIII, tras lo que comenzaron los trabajos para la construcción de la actual iglesia, bajo la dirección del sevillano Fray Vicente Muñoz.

En 1870, San Francisco fue reformada por el arquitecto Luis Giorgi, quien le modificó el frente y le levantó la torre, que con 53 metros de altura es considerada la más alta de Sudamérica y se convirtió en una de las postales más frecuentes del casco céntrico salteño.

El secretario de Obras Públicas de la provincia, Sergio Zorpudes, supervisó el inicio de la obra, que demandará una inversión de 3.955.906,12 pesos y se concretará en un plazo de 365 días.