La lectura suele ser una práctica muy conveniente para introducir a los más chiquitos en el mundo de la literatura además de ser un momento único para compartir con los infantes.

“Hacer de los chicos un lector es responsabilidad de los adultos. Es imperioso que se lea en todos los ámbitos donde los chicos circulan”, subrayó Patricia Mejalelaty, directora ejecutiva de la Fundación Leer, que todos los años organiza una maratón de lectura. En su última edición, invitaba a los adultos a continuar el ejercicio de la lectura más allá de los primeros años de vida.

“Cuando un chico logra leer por sí mismo, el adulto tiene un rol muy importante para seguir acompañándolo e introducirlo a textos a los que aún no puede llegar a comprender”, remarcó.

“Es necesario buscar momentos compartidos, hasta los 12 o 13 años podemos leerles seguro a los chicos”, enfatizó Mejalelaty.
“A veces es un papá, un abuelo, un vecino o la persona que nos cuida en casa. El rol de los grandes es fundamental”