Homenajearon al cineclubista Salvador Samaritano, el montajista Antonio Ripoll y el cineasta Nicolás Sarquís, tres figuras centrales del cine argentino de los años 60 y 70.

Se llevaron a cabo en el vigésimo quinto Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

Anoche, con la proyección de un programa de cortometrajes de Charles Chaplin, Leonardo Favio, Charles Vidor y Alberto Fisherman, que fueron seleccionados por el coleccionista Fernando Martín Peña, se rindió homenaje a Sammaritano, quien realizó un gran aporte al cine nacional desde su función de docente y cineclubista.

Los filmes elegidos, además de haber sido obras muy queridas por Sammaritano, en algunos casos fueron salvadas por él de la destrucción e integraron la filmoteca del Cine Club Núcleo, cita obligada en aquellos tiempos para poder acceder a toda una filmografía que no llegaba a las salas.

El festival también rindió un homenaje a Nicolás Sarquís, cineasta de la Generación del 60´, proyectando un filme suyo rara vez visto tras su exitoso paso por Cannes en 1977: “La muerte de Sebastián Arache y su pobre entierro”, película en 16 milímetros preservada por su hijo Sebastián, también productor y director, quien presentó aquí en competencia “El mal del sauce”.

Además de cineasta, Sarquís tuvo durante varios años una participación muy especial en el Festival de Cine de Mar del Plata, donde programó la sección “Contracampo”, en donde se podían ver propuestas novedosas pero poco difundidas de la cinematografía mundial, como algunos de los grandes filmes iraníes que brillaron luego en las pantallas argentinas.

Los organizadores del certamen marplatense también organizaron un homenaje a Antonio Ripoll, quien se desempeñó como montajista en más de 100 filmes, sin contar cortometrajes y comerciales, mientras que a partir de 1975 también se dedicó a importar equipos, vender película virgen y alquilar servicios de filmación.

Fue un docente a la vez formal e informal, y abrió el terreno a muchos montajistas de primer nivel que hoy le atribuyen su ingreso a la especialidad en una época donde los espacios donde estudiar cine eran muy limitados y la industria prefería mantenerse endogámica.

“Los inundados”, de Fernando Birri, “Arroz con leche”, de Carlos Schliper, “La muerte está mintiendo”, de Carlos Borcosque, “Tres veces Ana”, de David José Kohon, “La cifra impar”, de Manuel Antín, “Ufa con el sexo”, de Rodolfo Khun, “Nosotros los monos”, de Edmund Valladares, y “Soñar, soñar”, de Leonardo Favio, son algunos los filmes que él montó y que se exhiben en el festival.