Según un estudio realizado por la Universidad de Michigan sobre usuarios de Facebook, el grupo de personas que más utilizaba la red social era el que peor se sentía después. “Las redes sociales han contribuido a que las personas se sientan más conectadas pero su uso no las hace necesariamente más felices”, coincidió por Continental la licenciada Adriana Guraieb.

En la superficie Facebook proporciona un recurso valioso para la satisfacción de la necesidad humana básica de conexión social. Pero, en lugar de realzar el bienestar, encontramos que el uso de Facebook pronostica el resultado opuesto, socava el bienestar. “Esto es un resultado de importancia crítica, porque va al centro mismo de la influencia que las redes sociales pueden tener sobre la vida de las personas”, señaló Guraiev en La Mañana.

Para el estudio, los investigadores reclutaron a 82 adultos jóvenes, un grupo demográfico central de los usuarios de Facebook. Todos ellos tenían teléfonos inteligentes y cuentas de Facebook. Los investigadores usaron el muestreo de experiencia a fin de evaluar el bienestar subjetivo de los participantes enviándoles mensajes de texto, al azar, cinco veces por día durante dos semanas con preguntas relacionadas con el uso de la red social.

Los autores también pidieron a los participantes que calificaran su nivel de satisfacción con la vida al comienzo y al final del estudio. Encontraron que cuanto más usaban Facebook los participantes a lo largo de un período de estudio de dos semanas, más disminuían sus niveles de satisfacción con la vida al paso del tiempo.

Los investigadores no hallaron pruebas de que la interacción directa con otras personas ya sea por teléfono o en encuentros cara a cara influyera negativamente en el bienestar. En cambio sí encontraron que las interacciones directas con otras personas hacían que los participantes se sintieran mejor con el paso del tiempo.