El 14 de junio de 1982, hace exactamente 30 años, se produjo la rendición de las fuerzas argentinas en las Islas Malvinas, que fue formalizada por Mario Menéndez ante el militar británico Jeremy Moore.

De este modo, se daba por concluido un conflicto empujado por el dictador Leopoldo Fortunado Galtieri en su último intento por revitalizar el régimen militar a partir de una "causa nacional", que quitara del centro de atención de los argentinos el desastre económico.

Además, con esta acción el régimen militar pretendía quebrar la creciente debilidad que lo jaqueaba, a raíz de los cuestionamientos derivados de las denuncias por las atroces violaciones a los derechos humanos.

Así, miles de chicos de menos de 20 años que en ese entonces cumplían el servicio militar obligatorio fueron llevados a una aventura signada por el mesianismo, la improvisación, la incapacidad y la irresponsabilidad, dado que solo había sido prevista la ocupación de las islas pero no su defensa ni la decisión de Gran Bretaña de entrar en guerra.

El costo final de la guerra en vidas humanas fue de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.