En el barrio La Movediza de Tandil el sueño de la casa propia quedó a mitad de camino. Diez familias usurparon viviendas sociales que no terminaron de construirse por una deuda del Estado. En algunos casos, cuatro paredes y un techo forman la edificación.

El emprendimiento habitacional comenzó a licitarse en 2011. Se designó un presupuesto de 4,446,520 pesos y se determinó que el proyecto estaría financiado por la ANSES y se realizaría a través del Instituto de la Vivienda de la Provincia de Buenos Aires. Pero en la práctica hacia fines del año pasado, la plata dejó de llegar, la empresa paralizó las obras y el predio se convirtió en un blanco accesible de ser usurpado.

Hablamos con el intendente de Tandil, Miguel Lunghi, quien nos explicó la situación de la usurpación.