La sonda espacial británica Beagle 2, que se daba por perdida desde hace más de una década, fue divisada en Marte por un satélite de la NASA, anunció el viernes la Agencia espacial del Reino Unido. Los científicos sospechaban hasta ahora que la nave se había destruido en el aterrizaje.

Beagle 2 "fue hallado parcialmente desplegado en la superficie del planeta, acabando con el misterio sobre qué ocurrió con la misión hace más de una década", dijo la agencia en un comunicado.

El hallazgo demuestra que "la secuencia de entrada, descenso y aterrizaje de Beagle 2 funcionó y la sonda se posó con éxito en Marte en la Navidad de 2003", agregó la agencia sobre esta nave bautizada en honor al barco Beagle, con el que el padre de la teoría de la evolución, Charles Darwin, hizo sus investigaciones.

La sonda necesitaba desplegarse completamente después de aterrizar para empezar a mandar información a la Tierra. "Desgraciadamente, dado el despliegue parcial", lamentó la agencia, "no debería ser posible resucitar Beagle 2 y recuperar los datos" de la sonda.

"La historia de la exploración espacial está marcada tanto por el éxito como por el fracaso. Este hallazgo prueba que Beagle 2 fue un éxito mayor del que habíamos pensado en la continua exploración europea de Marte", dijo David Parker, director de la Agencia Espacial Europea.

Beagle 2 fue una ambiciosa colaboración entre la industria y las universidades británicas en el marco del proyecto Mars Express de la Agencia Espacial Europea, el primero europeo de exploración de otro planeta.

La misión Mars Express estaba integrada originalmente por una nave orbitadora que transportaba siete instrumentos de observación y la sonda Beagle 2.

Beagle 2 tenía como objetivo tomar muestras del planeta rojo extraídas desde dos metros de profundidad. La sonda, que mide menos de dos metros de diámetro, fue construida por científicos británicos encabezados por Colin Pillinger por unas 50 millones de libras (85 millones de dólares).

El plan era que enviara información desde la superficie de Marte usando instrumentos diseñados para ayudar a buscar señales de vida, pero nunca se supo nada de la sonda luego de que fue soltada para aterrizar.

Sin el despliegue total, no había manera de comunicarnos con ella porque la antena de radio estaba bajo los paneles solares", explicó a la BBC el profesor Mark Sims, de la Universidad británica de Leicester, que formó parte del proyecto. Manifestó que, si bien la nave había fallado en comunicar información desde Marte, tuvo éxito en llegar al planeta, aterrizar e inspirar a los científicos. "En general, diría que Beagle 2 fue un gran éxito", afirmó en la conferencia de prensa.

"La causa del fallo es pura especulación, pero pudo ser un tema de mala suerte, un golpe fuerte que quizás distorsionó la estructura", o "un airbag pinchado que no se separó suficientemente de la sonda, entorpeciendo el despliegue", añadió.
Para señalar que estaba operativa después de aterrizar, Beagle 2 iba a emitir una canción de la banda británica Blur y el componente para calibrar las cámaras era obra del artista contemporáneo británico Damien Hirst.

Colocar una nave en otro planeta obliga a una serie de innovaciones tecnológicas que a veces acaban siendo parte de la vida cotidiana de la gente. En el caso de Beagle 2, por ejemplo, su sistema de detección de gases se usa hoy en día en el diagnóstico de la tuberculosis.

Martin Rees, el Astrónomo Real de Gran Bretaña, elogió el año pasado al Beagle 2 y a su excéntrico creador Pillinger, quien falleció a los 70 años, diciendo: "Esto fue un fracaso, pero un fracaso heroico".