En la provincia de Córdoba la situación meteorológica se modificó favorablemente en el sentido de poder llegar mejor a los focos ígneos activos, para poder extinguirlos. Sin embargo, el fuego continúa. Así lo detalló uno de sus habitantes.

“Yo tuve suerte, por la rotación del viento. Vivo en el pueblo más afectado, pero la brisa rotó tres kilómetros antes de mi vivienda”, relató Alejandro Martín.

“Todavía no sabemos nada” sobre una posible ayuda del gobierno. “Esperamos que llueva y que esto termine para poder rehacer nuestras vidas; tengo amigos que perdieron todo”, lamentó en Entre Líneas.

“Hay gente que dependía de trabajos diarios, como plantaciones; ahora no tiene casa, trabajo ni expectativas de tenerlo”, subrayó.

“Quiero trasladar esta propuesta a los gobiernos porque esta es la crónica de una muerte anunciada y hoy esta marca resulta imborrable”, enfatizó Martín.

“Me animo a decir que el 50 por ciento de estos incendios son intencionales, para dañar a otras personas. Es una realidad que debemos repensar”, aseguró.