Los diputados del PRO que integran la Comisión de Planeamiento Urbano aprobaron hoy un proyecto para rezonificar un predio en el barrio porteño de Caballito para que la empresa IRSA pueda construir un gigantesco shopping, en el marco de incidentes entre un grupo de vecinos que se oponían a la obra.

El predio está situado sobre la avenida Avellaneda, justo detrás de la cancha de Ferrocarril Oeste, donde se encuentra también una playa de maniobras ferroviarias.

El debate por el shopping de Caballito, un proyecto que el macrismo intentó aprobar en la Legislatura sin éxito durante varios años, generó fuertes controversias con los vecinos y ONGs que aseguran que la instalación de una obra de esa magnitud significará un deterioro en la calidad de vida del barrio, en donde existen pocos espacios verdes.

Los diputados del PRO aprobaron en primera lectura el dictamen del Poder Ejecutivo, por lo que ahora deberá realizarse una audiencia pública. Posteriormente volverá a comisión para que se emita un nuevo despacho, que luego deberá ser debatido en el recinto.

Los diputados oficialistas pidieron además archivar otros dos proyectos alternativos, uno que establecía la expropiación del predio de dominio privado de la empresa IRSA, que es donde se quiere construir el shopping, y otro que propone construir un parque.
En tanto el Frente para la Victoria y Unen, no acompañaron ninguno de los tres proyectos.

“El kirchnerismo se opuso porque no está de acuerdo con el impacto que puede tener en Caballito este shopping y porque en el expediente no se reflejan ni estudios urbanísticos, ni de impacto ambiental, ni contraprestaciones de parte de IRSA", precisó la presidenta del bloque del Frente para la Victoria, Gabriela Alegre.

Por otra parte admitió que todavía “podemos evaluar la construcción de un parquee investigar la legalidad de la compra de esos terrenos por parte de IRSA”.

La reunión se extendió por casi cuatro horas debido a que unas 30 personas, entre asociaciones vecinales y representantes de la comuna seis pidieron la palabra.

Algunas exposiciones fueron subidas de tono, por lo que no faltaron insultos y empujones, que obligó a empleados de vigilancia a echar más de un manifestante.

El proyecto del shopping que obtuvo el despacho de mayoría no sufrió ninguna modificación y se aprobó tal cual fue enviado por el Poder Ejecutivo.