Especialistas de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, hallaron un cromosoma distintivo que revela nueva información sobre el origen de la especie humana. Entre otras cuestiones, demuestra que el último ancestro masculino es dos veces más antiguo de lo que se pensaba: tiene unos 340 mil años.

Una posible explicación a esta teoría es que hace cientos de miles de años los humanos modernos y arcaicos en Africa central se cruzaran, lo que añadió un nuevo ejemplo de mestizaje, como lo son los Neandertales ( Homo neanderthalensis ) en Oriente Medio o los Denisovanos en algún lugar en el sudeste de Asia.

Sorprendentemente, la génesis de este trabajo, publicado por la revista especializada The American Journal of Human Genetics , está en la muerte de un hombre afroamericano que vivía en el estado de Carolina del Sur. Hace unos años, uno de sus parientes presentó una muestra de su ADN a una compañía privada llamada Family Tree DNA para el análisis genealógico. Los genetistas pueden utilizar estas muestras para determinar cómo se relacionan los humanos unos con otros. Los datos de estos ensayos habían demostrado que todos los hombres obtuvieron su cromosoma Y (cromosoma sexual que sólo está presente en los hombres) de un antepasado masculino común.

Esta genética, conocida como “Adán”, vivió entre hace 60 mil y 140 mil años. Pero el ADN del fallecido determina que posee un cromosoma Y que no se parecía a ningún otro hasta ahora analizado. Ante este caso, los genetistas de la Universidad de Arizona, con sede en Tucson, realizaron algunas pruebas adicionales, y pusieron de manifiesto que el hombre fallecido no descendía de la genética “Adán”. De hecho, su cromosoma Y era tan distinto que su linaje masculino estaba separado de todos los demás cerca de 338 mil hacia atrás.

“El árbol genealógico del cromosoma Y es mucho más antiguo de lo que pensábamos ”, sostuvo el antropólogo Michael Hammer, uno de los autores de la investigación, que apuntó que “todavía es necesario más trabajo adicionar para confirmar, de manera más exacta, los años que quedan por contar”.

Además, durante esta investigación, el equipo encabezado por Hammer examinó una base de datos africana de cerca de 6 mil cromosomas Y y encontró similitudes entre el fallecido y los de las muestras tomadas de once hombres, todos originarios de una aldea de Camerún.

“Esto puede indicar que el fallecido, estadounidense, tiene sus antepasados en Africa”, explicó Hammer.

Los primeros fósiles humanos anatómicamente modernos se remontan a tan sólo 195 mil años, por lo que el cromosoma Y hallado ahora es una escisión en el linaje del resto de la humanidad, anterior a que apareciera la especie. Los expertos señalaron que una posibilidad es que el cromosoma Y del fallecido pudo haber sido heredado de una población humana arcaica, que desde entonces se ha extinguido. Si ese es el caso, en algún momento en los últimos 195 mil años los humanos anatómicamente modernos se cruzaron con un hombre africano antiguo. En este sentido, los científicos explicaron que hay cierta evidencia que apoya esta hipótesis.

En 2011, un trabajo examinó los fósiles humanos de Iwo Eleru, en el estado de Ondo (Nigeria), que mostraban una extraña mezcla de elementos antiguos y modernos, lo que también sugiere mestizaje entre los humanos modernos y los arcaicos. “El pueblo de Camerún con una firma genética inusual está justo en la frontera con Nigeria, y Iwo Eleru no está demasiado lejos”, apuntó Hammer.

“Los seres humanos más antiguos conocidos a través de fósiles, tanto en Africa occidental como en Africa central, muestran rasgos arcaicos inesperadamente, lo que sin duda determina que el escenario más complejo para la evolución de los humanos modernos está en Africa ”, concluyó el especialista.


Fuente La Vanguardia