A simple apariencia parece un lago común donde se respira naturaleza, pero se trata de un lago mortal que convierte animales en estatuas de sal, según resalta un informe de la BBC.

Parece la trama de un relato fantástico y siniestro, pero eso es lo que ocurre en el Lago Natrón, en el norte de Tanzania, África. El lugar toma su nombre de un compuesto químico natural formado principalmente por carbonato de sodio, proveniente de cenizas del cercano volcán Ol Doinyo Lengai.

"Encontré toda forma de pájaros y murciélagos de forma inesperada, arrastrados por el agua a lo largo de la costa del Lago Natrón", cuenta el fotógrafo Nick Brandt, en su libro "Across de Ravaged Land" (A través de la tierra desolada) sobre animales africanos.

"Nadie sabe con certeza cómo murieron, pero parece que la naturaleza extremadamente reflectante de la superficie del agua confunde a los animales, y caen al lago como pájaros que se chocan contra el vidrio de una ventana", explica el fotógrafo.

Las aguas del lago pueden alcanzar una temperatura de 60ºC y son extremadamente alcalinas. "El carbonado sódico y la sal hacen que las criaturas se calcifiquen y se conserven perfectamente a medida que se secan", escribe Brandt sobre el proceso quimico por el cual ocurre este insólito hecho.

En cuanto al habitat del lago, se caracteriza por ser un gran centro de reproducción de flamencos, que aprovechan las islas de sal que a veces se forman en el lago para anidar, protegidos del acecho de predadores. Pero, como muestra la foto, esto se convierte en un arma de doble filo para las áves.

Como relata Brandt, "tomé a estas criaturas como las encontré en la orilla y las coloqué en posiciones como si estuvieran vivas, devolviéndoles la 'vida' que tenían. Resucitadas, revividas en la muerte", logrando una excelente producción fotográfica que se puede observar en esta imágen.