La historia


Son más las dudas que las certezas, como con casi todos los acontecimientos relatados por la Biblia. Por ejemplo, si la matanza ocurrió luego de la visita de los Reyes Magos, ¿no debería haberse producido después del 6 de enero?


Además, las evidencias históricas de todos esos hechos son casi nulas, tanto entre los historiadores contemporáneos como entre los antiguos. Y no parece fácil ocultar el asesinato de todos los bebés de un pueblo (Ver también ¿Qué se sabe realmente de Jesús?).


Lo cierto es que en la Edad Media la Iglesia estableció el 28 de diciembre “el día de los santos inocentes”, en conmemoración de los niños masacrados y de la salvación de Cristo.

¿Pero por qué un día que debería recordarse con solemnidad se convirtió en una jornada de jolgorio y bromas pesadas?

Hay varias hipótesis. Una es que Herodes vivió durante muchos años pensando que había matado a Cristo. Por eso la celebración consistiría en divertirse engañando a otras personas.

Una interpretación más sociológica, aunque no incompatible con la interior, indica que en la Edad Media los ritos religiosos debían convivir con los paganos. Uno de ellos era conocido como la "fiesta de los locos", que se celebraba entre Navidad y Año Nuevo.


Un poco para monopolizar la organización y el sentido dado a todos los festejos, y otro poco para controlar una celebración que al parecer solía desmadrarse, la Iglesia habría decidido evangelizar “la fiesta de los locos”, reinterpretándola como “el día de los santos inocentes”.


En otros países, como los anglosajones, Francia o Italia, el 1º de abril se realiza un festejo muy similar: el April Fool’s Day o “día de los tontos”. Si bien no está directamente vinculado a la masacre de los niños, sí tiene a la fiesta de los locos como un antecedente.



Las bromas



La regla general es que todo vale: una broma de mal gusto, no devolver los préstamos o la difusión de las peores mentiras. Todo está perdonado luego de que se pronuncien las palabras mágicas: “Que la inocencia te valga” o “inocente palomita que te dejaste engañar”.



Los ejemplos abundan en los medios de comunicación. Como cuando el diario mexicano Reforma anunció en su edición digital que tenía la primicia más buscada del mundo: un video del encuentro ultra-secreto entre el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, y Osama Bin Laden.



El diario El Deber, de Bolivia, se lució anticipando, con fotos incluidas, el insólito casamiento entre Evo Morales y Adriana Gil, joven política perteneciente a los sectores más acomodados de Santa Cruz de la Sierra.



Hugo Chávez también fue víctima de las bromas. Un peridódico colombiano publicó una supuesta entrevista exclusiva, en la que el Presidente de Venezuela aseguraba que Latinoamérica invadiría a Estados Unidos “a punta de banano”.



En el mundo anglosajón, uno de los casos más recordados fue protagonizado por la BBC, que en 1980 aseguró que el Big Ben, ícono de Londres, sería modernizado: en lugar de su tradicional reloj de agujas, pondrían uno digital hecho en Japón. Hasta anticiparon que las agujas y los números serían subastados al mejor postor.