El mismo día en que una médica sufrió un intento de violación y un chofer de ambulancia fue acuchillado durante un asalto en una guardia sanitaria en Florencio Varela, se conocieron los resultados de un informe que revela que el 47 por ciento de los pediatras se siente inseguro en el lugar de trabajo.

La encuesta de satisfacción laboral, presentada ayer por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y Unicef, advierte también que más de la mitad de los profesionales encuestados vivió en el último mes situaciones de maltrato verbal durante la consulta. Un 5 por ciento mencionó haber sido víctima de una agresión física y las mujeres la padecieron en mayor medida que los hombres.

Los empujones, los golpes, los gritos y las amenazas con exhibición de armas ocurren principalmente en las guardias. Los detonantes van desde el cansancio de los padres por esperas interminables o la falta de respuestas después de deambular por varias ventanillas, hasta las reacciones o las palabras inadecuadas de los médicos, muchas veces tras largas jornadas de trabajo en más de un lugar.

De hecho, la encuesta representativa de los 15.461 pediatras del país mostró que 7 de cada 10 atienden en dos, tres o más hospitales públicos, clínicas privadas y consultorios. “La satisfacción laboral es más alta en los que atienden en consultorios que en los que trabajan para las obras sociales”, señaló por Continental la doctora Ángela Gentile, vicepresidenta de la SAP.

Se estima que una consulta debería durar unos 20 minutos. “El pediatra tiene una función anticipatoria para la familia: la consulta es un espacio para trabajar sobre el riesgo y la prevención de accidentes, cómo será la próxima etapa madurativa de cada chico o adolescente, cómo prevenir enfermedades o no recurrir a la automedicación ante los primeros síntomas, entre tantos otros temas que surgen de la relación entre el médico, el paciente y su familia”, explicó en Magdalena Tempranísimo Gentile, que es especialista en infectología pediátrica.