Los informes de Leandro Despouy, el Auditor General de la Nación, sobre los desmanejos del sistema ferroviario y las fallidas gestiones de Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi y los empresarios Claudio y Mario Cirigliano cuatro años antes del fatal accidente de Once, fueron, como él mismo sostuvo, la crónica de una tragedia anunciada.

"Hay que tomar conciencia de que la tragedia se podría haber evitado”, sostuvo Despouy por Radio Continental.

"La falta de control y una política de subsidios estatal sospechada de corrupción fueron los gérmenes del brutal accidente de Once", aseguró.