El incendio que consumió 907 hectáreas en las sierras puntanas de Comechingones fue contenido en las últimas horas, y hoy personal de Bomberos y aviones hidrantes trabajarán por tierra y aire para evitar que el fuego se reavive nuevamente. Los aviones hidrantes sobrevolarán sobre las zonas montañosas donde aún permanecen cenizas humeantes, y que son complicadas para el acceso de los hombres, informó el jefe de bomberos voluntarios de la Villa de Merlo, Walter Pizarro.

En tanto, la Fiscalía de Estado puntana investigará los orígenes de las llamas que causaron graves heridas a dos hombres y que amenazaron dos complejos habitacionales en Merlo, ya que se presume que el fuego fue intencional, informaron fuentes judiciales. El fuego se originó a las 18.30 del miércoles último y se extendió por los pastizales y arbustos secos, y el terreno escarpado y el viento descendente de la sierra complicaron la tarea de los brigadistas que lucharon sin descanso hasta ayer para contener las llamas y sofocarlas.

El fuego llegó a amenazar a unas 100 viviendas en el barrio Los Nogales y acechó al barrio privado Chumamaya, y aunque no hubo viviendas afectadas, se quemaron algunos decks de piletas de natación y los jardines de algunas casas.

Carlos Heider, titular del Plan Nacional de Manejo del Fuego para la región Córdoba, La Rioja, San Juan y San Luis destacó la labor en tierra de los bomberos y las acciones coordinadas para extinguir las llamas. El funcionario informó que en el apagado del fuego trabajaron cinco aviones hidrantes más un avión vigía y un helicóptero, desde los cuales se hicieron “80 disparos de agua” lo que significa que desde el aire se tiraron 250.000 litros de agua.