"Mantener una conducta ordenada sin perder la línea de lo que habitualmente consumimos no es imposible. Simplemente debemos saber qué elegimos para comer, cuánto, cuáles alimentos y, además, qué bebidas contienen menos calorías", explicó Marcela Ciaño, jefa de nutrición de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina (MN 1113).
 
La noche de Navidad y fin de año particularmente suelen caracterizarse por estar llenas de comidas tentadoras y abundantes que luego generan culpa. ¿Cómo se debe afrontar este momento?
 
"Lo primero que se debe hacer es tener una conducta responsable frente a las porciones. Ya con esto puede considerarse una primer parte de la tarea cumplida. Comer variado no está mal, pero el problema es cuando se realiza en exceso", dijo.
 
Además comentó que las porciones ideales son "las chicas o que no superen la palma de la mano", ya que se "puede picar a la vez probar cosas ricas": "En general tener un plato y servir allí la cena entera va a ayudar en esto. Levantarse varias veces para servirse o comer en tandas puede favorecer esta tendencia a comer de más".
 
La especialista recomendó llegar a la cena con el estómago medio lleno. Consumir un puñado de frutas secas una hora y media antes favorece la saciedad e impide comer de más.