Esa entidad, junto con la Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (CADIME), entre otras organizaciones, llevan a
cabo la medida de fuerza que durará hasta este miércoles, aunque la atención para emergencias se encuentra garantizada.

Uno de los directivos de CONFECLISA, Enrique Cimino, calificó a la situación como "grave" y argumentó a NA que "desde agosto de 2013 PAMI cambió el modelo prestacional, y desde ese entonces, no hay un procedimiento claro para operar y hay abultadas cifras a cobrar de las que aún no hubo respuesta". 

Además, subrayó que "la falta de pagos de la obra social afecta directamente a los salarios porque hay establecimientos que
dependen completamente de PAMI".

En ese sentido, destacó que "al no cobrar de forma continua, determinados centros se atrasan con los impuestos  correspondientes".

Otro de los inconvenientes se da a raíz de que las clínicas y sanatorios, especialmente las que se encuentran fuera de Capital y
Gran Buenos Aires, al no recibir el dinero correspondiente "no llegan a cubrir los gastos de las cargas sociales", lo que
preocupa en mayor medida en centros en los que se realizan tratamientos más complejos o internaciones. 

CONFECLISA no sólo reclama porque el nuevo sistema de prestación implica que los establecimientos perciban "mucho menos
dinero que el que PAMI se había comprometido a abonar", sino que también denuncian que "no hay justificación" por ese mecanismo.