En la ciudad de Buenos Aires y su extrarradio, techos, terrazas, patios, veredas, balcones y autos mantienen una capa gris.

Las consecuencias de la erupción son más dramáticas en sectores de la Patagonia, especialmente en el sur de la provincia de Río Negro, donde miles de animales pueden morir por falta de alimentos. El Gobierno nacional prometió ayuda económica a los productores agropecuarios que fueron perjudicados por la ceniza en el sur del país.

En tanto, el ministro de Salud bonaerense sugirió precaución a las personas con problemas respiratorios. Alejandro Collia reiteró que las cenizas volcánicas caídas “no son tóxicas”, pero matizó que “las personas con problemas respiratorios crónicos como epoc o asma deben tener cuidado”.