La oferta de viviendas en venta retrocedió entre un 20% y un 25%, desde que el panorama cambiario entró en ebullición, según operadores inmobiliarios. La situación era complicada desde que el gobierno dispuso un cepo a la compra de dólares, en noviembre pasado, pero en el mes corriente, con el endurecimiento de las medidas para hacerse con dólares, se complicó aún más.

"Esto es así desde noviembre, pero mayo se transformó en el peor mes en lo que va del año" sostuvo ante El Cronista Jorge Toselli, director de JT Inmobiliaria. El empresario agregó que "hay muchos vendedores que ante la imposibilidad de obtener dólares por la operación optan por sacar el inmueble del mercado, y así la baja en la oferta supera el 20% en comparación con abril".

Por su parte, Ricardo Vinelli, de Vinelli Propiedades, también observa una baja en el nivel de viviendas disponibles. "Es que el cepo cambiario trajo aparejado un serio problema para todos los que trabajamos en el sector. Se ve un freno muy importante, pero además se generó una gran incertidumbre tanto para los compradores como para los vendedores", afirmó el especialista.

Entre quienes toman el camino de quitarle el cartel de venta a su propiedad, las opciones son variadas. Aquellos que están más acomodados desde lo financiero se dan el gusto de dejarlo muerto hasta que la situación mejore, aunque otros cambian el se vende por el se alquila.

Las complicaciones para cerrar las operaciones, del otro lado, generan una oportunidad para quienes sí cuentan con los dólares. "En la actualidad los interesados que llegan con los billetes verdes en mano se dan el lujo de regatear los precios hasta un 12%, cuando en situaciones normales no se supera el 7 por ciento", dijo Dina Crusizio, directora de la división Viviendas de LJ Ramos.

Pero más allá del dólar, las inmobiliarias advierten también otros factores de riesgo. Uno de ellos es la tensión que se vuelve a vivir en el campo a raíz de los nuevos impuestos que deberán pagar. "Este año casi no le vendimos a la gente del campo, y por lo general en época de cosecha representan cerca de un 50% de nuestras ventas", se quejó Toselli. A eso se le suma la asfixia que los compradores sienten por parte de la AFIP