Dos camioneros son los protagonistas de una situación insólita y un poco comprometida en Quequén, Necochea. Los trabajadores terminaron en el hospital cuando, después de tener relaciones sexuales, no pudieron separarse.

Ambos fueron a parar al hospital municipal Emilio Ferreryra donde, según testigos, tuvieron que ser separados después de mucho trabajo. “Se abotonaron, no los podíamos separar”, explicaron.

Esto no quedó allí. Uno de los trabajadores del volante, oriundos de Loberia y Balcarce, llamó a su jefe y le dijo que había tenido un accidente. En ese momento el empleador decidió llamar a la mujer y llevarla hasta el hospital para que visitara a su marido. El resultado fue una gran pelea en el hospital. Un final poco feliz.