Desde hoy, Mónaco tiene a su nueva princesa y aplaude con euforia desde los alrededores del Palacio Grimaldi, en cuyo Salón del Trono el príncipe Alberto II y la ex campeona olímpica Charlene Wittstock dieron el sí rotundo.

Los monegascos atestaron la Plaza del Palacio con la esperanza de ver a los recién casados, que prometieron salir al balcón a saludar, como lo hicieran hace 55 años los padres del actual príncipe, Rainiero III y Grace Kelly.

Con sus grandes ojos celestes y facciones armoniosas, Charlene ha sido comparada favorablemente con Kelly, quien murió en un accidente de auto hace casi tres décadas. Aunque era considerado desde hace tiempo uno de los solteros más codiciados de Europa, el príncipe de 53 años se resistió al matrimonio durante años, y muchos en Mónaco temían que nunca llegaría el día. Pero finalmente el príncipe encontró a su princesa azul.

Muy sobrios y elegantes, él con traje negro y corbata gris plata, ella con una chaqueta celeste y vestido largo, hicieron la entrada puntualmente a las 17, según estaba previsto. La ceremonia duró 20 minutos y se realizó en francés, idioma oficial del Principado que Charlene no domina pero entiende a la perfección. Así fue que sorprendió con su respuesta ante la pregunta del juez de paz: fue un contundente "Oui" ("Sí" en francés) en vez del esperado "Yes".

El minuto a minuto fue vivido por el pueblo de Mónaco a través de pantallas que se ubicaron en el exterior del palacio y una fuerte ovación se hizo oír cuando los novios concretaron su unión.

Los festejos continuarán el sábado con una ceremonia religiosa y una fiesta de gala cuya lista de invitados incluye jefes de estado, testas coronadas europeas y celebrities del mundo de la moda y el deporte.

La lista de invitados del sábado incluye a los reyes de España, Suecia, Lesotho y Bélgica, los presidentes de Francia, Islandia, Irlanda, Líbano, Malta, Alemania y Hungría, divas de la ópera, modelos top y pilotos de la Fórmula Uno, que tiene en el Gran Premio de Mónaco uno de los principales eventos de su calendario anual.


Tras la ceremonia católica en el palacio, habrá una cena de gala con platos preparados por el chef Alain Ducasse, quien ha merecido tres veces las tres estrellas de la guía Michelin. Aparte de la champaña y los vinos sudafricanos, todos los ingredientes del suntuoso buffet provienen de 10 kilómetros a la redonda de Mónaco, dijo Ducasse a The Associated Press.