La cantidad de personas que abandonaron sus casas por la crecida del río Luján pasó de 300 a 550, entre “evacuados y autoevacuados”, debido a que la altura del curso hídrico ascendió esta mañana de 4,82 metros a 5,10 metros, informó el intendente de ese partido del norte del Gran Buenos Aires, Oscar Luciani.

El jefe comunal, además, advirtió que “este crecimiento es totalmente diferente” al de los últimos años y lo atribuyó a la falta de “limpieza” del río, tras lo cual reclamó al gobierno bonaerense que inicie pronto “un dragado a fondo”, debido a que el último fue concretado en 1980.

Asimismo, pidió “velas para esta noche” con el fin de que sean usadas por los habitantes del partido que se quedaron sin energía eléctrica tras el desborde del curso hídrico, al considerar que “no va a ser rápido el escurrimiento del agua” y desconocer “cuándo ocurrirá”, mientras solicitó también “agua potable, alimentos no perecederos, ropa y pañales”.

Los voceros eclesiásticos, por su parte, precisaron a esta agencia que socorristas y agentes municipales trabajaban en torno de la basílica para evitar que se inundara.

El mayor pico de crecida del río Luján de los últimos 40 años ocurrió en noviembre de 1986, cuando llegó a los 6 metros de altura.

En tanto, se supo hoy que el lunes, en Pilar, un niño de 14 años que juntaba cartones murió al recibir una fuerte descarga eléctrica cuando el carrito que tiraba tocó un cable de luz caído por el temporal registrado el lunes en la zona metropolitana.

De esta manera, ascendieron a tres las víctimas mortales a causa del fenómeno ocurrido en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.