A partir de mañana comprar un pasaje aéreo para viajar dentro de la Argentina costará hasta 31 por ciento más caro.

Así lo decidió la Secretaría de Trasporte que, a través de la resolución 49/2012 publicada hoy en el Boletín Oficial, le otorgó a las líneas aéreas la potestad de aumentar los precios máximos de los pasajes de cabotaje que parten desde Buenos Aires.

Para los boletos que se compren con más de diez días de anticipación, el aumento significará un 10 por ciento hacia todos los destinos. A su vez, aquellos que se adquieran con menos de diez días de anticipación subirán entre 20 y 31 por ciento.

La medida se firma "a fin de garantizar la prestación del servicio público de transporte aerocomercial que prestan las empresas autorizadas", explica en la resolución el jefe de la cartera, Alejandro Ramos.

Este es el segundo aumento en el año que el Gobierno autoriza para el sector aéreo. El anterior había comenzado a regir el pasado 11 de febrero, cuando los incrementos fueron muchos más elevados: entre 30 y 40 por ciento promedio. La decisión oficial beneficia principalmente al Estado, que con el manejo de Aerolíneas Argentinas explota el 60% del mercado aerocomercial de cabotaje. El restante 29% está en manos de LAN, mientras que Andes y Sol se reparten un marginal 1 por ciento.

Sólo el año pasado, Aerolíneas recibió US$ 757 millones en subsidios.

Según la resolución, el nuevo cuadro tarifario "evita situaciones distorsivas y estimula el fortalecimiento de las conexiones entre [las distintas redes de transporte] que permitan avanzar en el cumplimiento del mandato de coordinación e interacción".

El aumento más significativo, con el 31 por ciento, fue para los dos destinos fueguinos: Río Grande (pasó de $1380 a $1813) y Ushuaia (de $1491 a $1959), si el pasaje se compra con menos de diez días de anticipación