Crece la discusión a partir de la polémica que generó la información sobre cómo se alimenta el salmón de uso cotidiano que luego llega a la mesa familiar.

“Todo el salmón que comemos acá es de Chile. El principal problema que tiene es el uso de antibióticos en los criaderos de ese país”, explicó Soledad Barruti, autora del libro Mal Comidos.

“En Estados Unidos, cada vez son más las cadenas que interrumpieron su importación de salmón chileno por salmón noruego”, remarcó.

“En los mares del sur, que son más vírgenes, hay prácticas tremendas de producción: concentran mayor cantidad de animales en las jaulas, entre otras cosas”, sostuvo.

“Es muy fácil reemplazar el salmón, nosotros tenemos una costa muy grande”, subrayó Barruti.